Ensalmos
Los ensalmos son rezos que se usan solos o acompañados con la aplicación de remedios a los cuales se les atribuye poderes mágicos para sanar a los enfermos.
Un ejemplo de un ensalmo es el santigüerio:
El Santigüerio es un ensalmo que está compuesto de un ritual de sanación campesina para quitar «el Mal de Ojo». El origen de este termino viene de España. «Ojo» dice la mayoría de la gente, en frases como éstas: «enfermar de ojo», «estar con ojo», » conocer el ojo», » santiguar de ojo», “curar de ojo”, “morir de ojo”, etc. El verbo es ojear, equivalente al castellano, aojar.
La fascinación del mal de ojo se produce por medio de la mirada directa. Sólo pueden ojear las personas que tengan la «sangre fuerte». Se ojea especialmente a los niños, pero también pueden ser ojeados los adultos, las plantas, los animales y los objetos inanimados, siempre que sean hermosos o agraciados, pues la fascinación es el resultado de un sentimiento de admiración, no exento, a veces de envidia.
El poder de ojear, según la opinión generalizada en Chile, no se tiene por voluntad. La persona nace o lo adquiere por transmisión, al ser ojeado él mismo. La gente del pueblo ha explicado siempre este fenómeno, diciendo que es el resultado de “tener la sangre pesada”. Puede, sin embargo, evitar el daño, ya sea pronunciando un «¡Dios te guarde!» dirigido al sujeto que provoca su admiración, ya corrigiendo el impulso admirativo con un movimiento de desprecio.
En: Julio Vicuña Cifuentes. Mitos y Supersticiones. Stgo. 1915
Casos cercanos
En la región del Bío-Bío, en el campo como en la ciudad es común encontrar personas que saben santiguar y realizan el ritual constantemente. En diferentes distritos de la comuna de Santa Juana, Arauco, Lebu, Cañete, Lota, Coronel, San Pedro de la Paz, etc., hemos encontrado mujeres santiguadoras muy “afamadas”. Todas tienen un común denominador: La Fe, creen firmemente en este don, que recibieron de personas mayores tanto del circulo familiar como de la comunidad. Este don recibido es tan fuerte que algunas santiguadoras se niegan a entregar la oración para santiguar a personas extrañas, como en el caso de la señora Pilar Cuevas de Poduco Alto:
Ella le prometió a la persona que le enseñó, decir esta oración solamente en el momento de santiguar a los niños ojeados.
La persona que santigua hace la señal de la cruz al enfermo y luego se persigna ella. Se puede santiguar con ají, azúcar, yerba mate, o rama de toronjil. Se coge uno de los elementos mencionados y con ello se hace la señal de la cruz al enfermo tres veces, diciendo:
«Santísima Trenidá sáname a esta afligida persona” y a continuación se reza una oración. Luego el elemento se tira al fuego. Si no «hiede» o no sale olor es porque la persona está » ojá».
Sra. Berta Carrasco, Paso Hondo – Santa Juana, año 1978.
Para santiguar a una guagua se le toma en brazos y con una vela encendida se persigna y se le dice:
“Yo te santiguo criatura de Dios en el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo, amén. Son tres personas distintas y un solo Dios no má. Yo te roseo con la leche del Señor, San Judas Tadeo, santos inmortales y todas las crucecitas… Eme, Eñe, Meñe (1) (se dice tres veces haciendo la señal de la cruz).
Don Juan Reyes antiguo rezador del distrito de Curalí, Santa Juana, año 1979.
1 = el significado no se conoce, se presume deformación de una expresión del latín.
Los animales también se santiguan y el elemento que se usa es un cuchillo con el filo hacia arriba. Se le hace una cruz de la frente al hocico diciendo:
«Animal de Dios, yo te santiguo en el nombre de la Santísima Trenida que este ojo se te güelva ná…».
Para santiguar a un caballo se usa la espuela del jinete.
Srta. Florentina Cuevas, Chacay- Santa Juana, año 1979.
Un caso que le sucedió a la Sra. Berta Carrasco en el pueblo de Sta. Juana:
«… Una ve´ fíjese uste…una ve pa’ Todo Los Santos en Santa Juana, llegó un caballero que venía de Arauco, llegó con el caballo que se caía y se paraba. Entonces le dije: míre vé le dije; ese caballo está ojao.- ¡quizá me dijo, puede ser señora, porque cuando salí de Tricauco, una señora me celebró taaaanto el caballo ¡qué tan bonito su caaaaballo! – ¡ave María! le dije ¿se lo santiguo yo? ¡Cómo no señora! Me dijo, ¿y con qué lo puee santiguar?. Sáquese una espuela le dije yo. Se sacó inmediatamente una espuela, y yo le empecé a santiguar al caballo – ¿y cuánto me va a pedir señora? – ya será unos cien pesos…. Sacó, no supo cómo sacó los cien pesos y me los pagó. Después andaba feliz diacaballo por el pueblo ¡buuu!, tomando y a toíta carrera en su caballo”.
En los Huertos Familiares de San Pedro de la Paz la Sra. Eliana Zambrano, profesora jubilada, nos cuenta porque cree y como aprendió a santiguar.
«…aprendí el santigüerio en el año 1961 a raíz de que mi hija estaba enferma, la María Eliana. Hacía como una semana o más la llevamos a médico y seguía enfermita igual, todo lo vomitaba y con fiebre, decaída, sin ánimo de nada. Entonces le conté a la Señora que me venía a lavar, que tenía tanta pena porque a mi hija tanto llevarla al médico y no me la mejoraba…
Entonces me dice ella: ¿quiere que le vea a su niñita? – ya, le dijo yo- y la fue a ver y me dijo: yo le voy a mejorar a su niñita. Yo dije entre mí: ¡que… no me la mejoró el médico, me la va a mejorar esta vieja!, perdóneme yo era cabrita también… ¡que me la va a mejorar!, pero ya, ella la santiguó y le dio una agüita de toronjil con un mejoral para niño y me dijo- la vamos a tapar y va a traspirar su niñita y va a despertar con otro semblante. Le va a cambiar la ropita y en un bracero bien encendido, va a colocar un puñado de yerba y azúcar y va a poner el secador ahí y la ropita limpia va a absorber todo eso, me dijo – oiga yo después tenía una fe ciega en esa cuestión de andar pasando toda la ropa por el humo del azúcar y la yerba-. Lo hice como ella me dijo y sabe usted que mi hija era otra ¡oh cambió!
La Señora me dijo que el peor OJO que hay, es el de los padres- ¡claro! – nosotros la ojamos porque era ¡tan bonita y hacía tantas gracias que nosotros la vivíamos celebrando, los dos!.
La Señora nos dijo: su niña va a vivir enferma, porque es muy livianita de sangre y va a vivir así. Entonces yo se la voy a santiguar tres días seguidos y después por siete viernes seguidos y le vamos a hacer, me dijo, un «detente»(2), y se lo colocamos en su ropita interior con un alfilerito. Usted cuando le cambie ropa, nunca se lo saque, y así va a estar protegida, nadie más se la va a ojar.
Entonces ahí ella, la señora, me enseñó como se santiguaba. Así.: primero se persigna a la guagua: “en el nombre del Padre, del Hijo, del espíritu Santo, amén. Se toma un poquito de azúcar y se reza un Credo, después con el mismo puñadito de azúcar se vuelve a persignar y se reza un segundo Credo. Se vuelve a persignar y se reza un tercer Credo. Después esa azuquita se coloca en un cosito de latita o cucharita vieja y se quema. Se pone en la cocina ¿y sabe que cuando hay ojo no sale nada de olor?, -pero absolutamente nada de olor, nada, nada-.
La señora también me dijo que era típico que cuando la guagua está ojeada se le cae el ojito izquierdo y el entrecejo se le pone salobre. Se toca el entrecejo con la lengüita se le lame y está completamente salobre. Me aconsejó que los padres cuando santiguan a sus hijos, no se les debe tomar en los brazos nunca. Hay que santiguarla en su cunita o donde estaba ella.
Yo he salvado plantas, he salvado animalitos, he santiguado a mis nietos así de esta manera. Todo esto hay que hacerlo con Fe y muy concentrada. Dicen que pasado un viernes si una persona no se santigua, esa persona muere. ¡Imagínese que uno no le da la importancia debida! El Ojo de los padres es el más fuerte, a esa persona se le puede hasta reventar el ojito. Yo supe de un familiar mío: Era una niñita, la celebraban mucho mis tíos (sus padres) y de repente empezó a decaer y nadie le hizo caso hasta que se le reventó su ojito izquierdo y murió. Eran seis hermanitos hombres y ella era la única mujercita…”
1 = el significado no se conoce, se presume deformación de una expresión del Latín.
2.- detente: “que es un envoltorio rojito, que contiene pelito negro de perrito, y siete granitos de trigo”.
Según expresión de la Sra. Eliana Zambrano. Huertos Familiares, San Pedro de la Paz, año 2007.
ORACIÓN PARA SANTIGUAR
…» por la señal de la Santa Cruz, Dios nuestro en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Yo te santiguo; en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo amén.
Virgen María antes del parto, después del parto siempre Virgen.
Con el manto de Abraham te cubro, con la leche de la Virgen te roseo, con la espada del Señor, yo te santiguo, con la llave de San Pedro te encierro. Santísima Trenida, santa Clara bendita, san Antonio de Padua, san Juan Evangelista, todos los Santos apostoles.
Con Jesús Matu, a Jesús Matu, a Jesús Matu ,(3), sáname a esta afligida creatura de toa enfermeda, de ojo, refrio, calentura, gotacoral o cualquiera otra enfermeda, amén.
3= Matu, deformación de la expresión en latín Consumatum est, que significa “está consumado”.
Versión: Sra. Berta Carrasco, Paso Hondo, Santa Juana, 1978.